Seguramente no es lugar en donde esperaríamos encontrarnos un museo… de embarcaciones, pero en Aranjuez, en pleno centro de la península ibérica, podemos visitar el Museo de Falúas Reales.
Son embarcaciones de recreo, lujosa y profusamente decoradas. No estaban pensadas para el mar, pero sí para ríos, lagos o estanques.
Este museo se encuentra en Aranjuez, en el Jardín del Príncipe, próximo -procede- al embarcadero.
Para mamá, papá, Dani yClara, con quienes visité este inesperado museo.
6 Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
7 y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
9 Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
10 El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
12 y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
Estos versículos del segundo capítulo del evangelio de Lucas recogen algunos datos muy interesantes sobre el nacimiento de Cristo. Los he escogido para hoy porque, como seguramente sabréis, celebramos la Navidad, ese nacimiento que marcó el comienzo de nuestra era.
Y los he escogido del evangelio de Lucas porque, según la tradición, Lucas conoció personalmente a María, la madre de Jesús. Así que no sería raro que en esas líneas hubiera información proporcionada por una protagonista de primer nivel: María.
La llamada vibración phantom (vibración fantasma) es esa sensación de que el móvil está vibrando cuando no lo está haciendo. Aplicable, también, a los relojes inteligentes.
La escena es demasiado habitual: en cualquier restaurante, en cuanto terminamos de comer, les dejamos a los niños el móvil o la tablet para que se entretengan (y no es raro que también los padres estemos con los móviles). Así que en estos tiempos de pantallas -que nos gustan-, es maravillosamente revolucionario buscar entretenimiento sin tecnología. Kietoparao es una empresa que se ha propuesto ofrecernos alternativas sanas, divertidas, cómodas de llevar y fomentadoras de imaginación, sonrisas y buenos ratos.
Y uno de sus productos, que nos encanta, nos trae 20 juegos diferentes en menos de 300 gramos y ocupando muy poco espacio. Además, en un estuche súper bonito.
La imaginación y creatividad que demuestran las chicas del equipo de Kietoparao queda demostrada en esta cantidad de juegos. En concreto, en el Kit Red, que es el que comentamos aquí, tenemos (además de la mencionada bonita bolsa): dos tableros en una tela (para jugar a damas y al tres en raya), fichas, dado, piezas de madera para equilibrios y para formar lo que se nos ocurra, dos barajas (cada una de ellas ofrece varios juegos), libreta y lápices, además de varias guías para orientarnos y proponernos juegos.
Un indispensable para llevar en el bolso y conseguir que, en lugar de tener a nuestros hijos abstraídos constantemente con consolas, ordenadores, tablets o móviles, desarrollen imaginación, inteligencia, paciencia y compañerismo.
Os recomiendo que le echéis un ojo a su web porque, además de este juego pack que comentamos, tienen otras muchas opciones, incluyendo papelería para negocios, con posibilidad personalizar con imagen de marca, o material para hacer talleres.
Os deseamos el mejor de los éxitos, amigas de Kietoparao. Sobre todo, porque de vuestro éxito implica unas infancias mejores. Casi nada.
Este es un libro sobre ciencia escrito de forma muy amena, y que gustará a todos los que nos gusta aprender y, sobre todo, entender. Puede ser leído por un adolescente y por un doctorado, seguro que ambos aprenden muchas cosas que desconocían.
Disciplinas como geología, biología, astronomía o química nos ayudan a describir cómo es nuestro planeta, cómo somos quienes le damos vida y como hemos llegado hasta aquí.