Esta palabra llegó al castellano desde el catalán, y es una aglutinación de canta i plora (canta y llora), por el ruido que hace el agua al salir. No sé si exceso de oído o exceso de imaginación, pero hay que reconocer que es bonito.
Esta singular construcción, dedicada a los Reyes Magos, situada en Bueu y obra de Urbano Lugrís, es uno de los pocos templos dedicados a esos hombres que representaban a toda la humanidad conocida.
En la mente del arquitecto, la capilla es el altar y el entorno, el templo. Y este punto me parece lo más maravilloso de la creación artística.
Cuántas veces ponemos esfuerzo en cortar/evitar el llanto. “No llores” (o el terrible “No llores, que eres un niño”, como si los varones no pudiéramos llorar). Llorar es un sentimiento que debe ser expresado.
Las dunas o, como se la conoce, la gran duna móvil, son el principal atractivo del parque, que tiene como nombre completo Complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán. Porque siendo el gran atractivo esa duna, no es el único.
Dos lagunas, las de Carregal y Vixán, de agua salada y dulce, respectivamente, que completan y complementan este ecosistema que es un auténtico paraíso para aves como chorlitos dorados, cormoranes o incluso cisnes.
No, no voy a hablar de libros concretos. Pero los sábados suelo hablar de libros o literatura en este blog; y los días 1 de enero suelo hablar de propósitos y planes. Así que qué tal si usamos hoy (quien dice hoy, dice estos días de arranque de año) para pensar qué libros queremos leer.
Os cuento cómo lo gestiono yo, por si os sirve. Suelo establecer tres grupos de libros:
los primeros son libros directamente relacionados con mi trabajo, libros técnicos que me ayudan a seguir mejorando y aprender cosas nuevas.
libros de lectura, puramente de relax: novelas, generalmente.
libros «documentales» (así los llamo yo): libros que, sin ser de mi trabajo, sí me ayudan a crecer como persona o profesional. Biografías, por ejemplo.
El usuario -el contador de historias– de twitter @Pedro_Torrijos acostumbra a deleitarnos cada jueves con lo que él llama #LaBrasaTorrijos, unos hilos maravillosamente bien narrados que nos hablan, generalmente, de arquitectura.
Arquitectura convertida en literatura, porque os prometo que son una auténtica delicia.
No es la primera vez que se plantea ni será la primera vez que despierte indignaciones o dudas. El concurso de la canción Eurovisión es un concurso en el que cada país europeo (y algún otro invitado) compite con una canción.
Así que parecería lógico que, si vamos a representar a España, cantemos en castellano. No se permitió a Serrat representarnos cantando en catalán, no se permitió a Xil Ríos representarnos cantando en gallego (Giraré sería su canción).
Sin embargo, para nuestra fortuna, España -toda la península ibérica en general- ha sido siempre un bellísimo amasijo de etnias, lenguas, costumbres, religiones y folclores. Fenicios, tartessos, cartagineses, romanos, griegos, suevos, celtas, íberos y otros muchos nos han enriquecido con su diversidad. Somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos. No somos una raza pura, si es que tal cosa existe, gracias a Dios, sea el dios de los cristianos, el de los judíos o el de los musulmanes, que también estas tres religiones nos han dejado su regalo de conciencia, convivencia y respeto.
Así que veo perfectamente adecuado, sí, que Terra, esa bonita creación que interpretan las Tanxugueiras, y que nos transmite también un mensaje bellísimo de la no existencia de fronteras, con guiños al catalán, euskera, asturiano y castellano, sea una obra en gallego, ese idioma que el rey castellano Alfonso X el Sabio elegía cuando quería componer poesía.
Así que, desde mi humilde punto de vista, será una delicia escuchar a estas chicas cantando en gallego y representando a España.