El profesor daba clase en la Escuela de Industriales, y de su Vietnam natal se trajo la poesía que siempre incluía en sus matemáticas:
Función siempre variable, como amor femenino.
Función siempre constante, como amor verdadero.
El profesor daba clase en la Escuela de Industriales, y de su Vietnam natal se trajo la poesía que siempre incluía en sus matemáticas:
Función siempre variable, como amor femenino.
Función siempre constante, como amor verdadero.
Estamos -hablo con referencia a España, cada país ha sufrido su propia evolución- en lo que parece ser una segunda ola de esta pandemia.
Nos confinaron, y así conseguimos prácticamente acabar con la expansión de la enfermedad. Pero conforme nos han ido dando libertad, hemos demostrado nuestra poca educación (como mi querida y admirada Alicia Urrea dice, siempre mejor atribuir los errores a la ignorancia que a la maldad). Y han vuelto a aumentar los casos (detectados).
Aunque todos sabemos ya que con distancia social, lavado de manos, uso de mascarillas y reuniones en el exterior tenemos controlada la epidemia (y evitamos muertes, además de cuidar la economía), da la impresión de que solamente si nos castigan sabemos actuar. En casa estamos horrorizados ante este paralelismo tan nítido entre ese amaestramiento con premios y castigos y el comportamiento actual de adultos, en muchos casos, con suficiente formación y conocimientos.
Así que si quieres evitar la expansión de la pandemia, usa mascarilla, mantén distancia social, lávate las manos y no te reúnas en interiores. Si además quieres conseguir que tus hijos sepan comportarse bien cuando sean adultos… edúcalos, por favor. Educar es mucho más difícil que amaestrar, pero merece la pena. Por nosotros, por ellos y por este mundo.
Es, junto con Las Meninas, el cuadro más famoso del mejor pintor de todos los tiempos. Quizá sería el más famoso del mundo si La Gioconda nunca hubiera sido robada.
Las tropas españolas ha recuperado la estratégica ciudad de Breda, el general Ambrosio de Spínola impide que Justino de Nassau se arrodille en el momento de entregarle la llave, mientras en el fondo todavía se puede observar un humo que nos cuenta que la batalla es muy reciente. A la derecha de todo podemos ver al propio Velázquez, mirándonos -no es el único que lo hace. Ocupando la parte derecha, un inconfundible fondo de lanzas (que también dan nombre al cuadro). Y el caballo, que parece recién cepillado, ¿no es perfecto?
Abajo a la derecha, el lugar para firmar. Don Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, tras ver la perfección de su obra, decidió que, por supuesto, no era necesario firmarlo (no es la única vez que hace tal cosa). No era necesario firmarlo, ni siquiera en este caso, en el que formaba parte de una colección de doce cuadros hecha por otros tantos autores.
Puedo decir con orgullo que hubo un momento en el que yo era la única persona del universo contemplando este cuadro. Y otro momento, aún más maravilloso, en el que Clara y yo éramos las únicas dos personas contemplándolo. Qué lujo.
Hoy ha sido el peor día de mi vida
Y no trates de convencerme de que
Hay algo bueno en cada día
Porque, cuando miras de cerca,
Este mundo es un lugar malvado.
Aunque
Algunos signos de bondad brillan de vez en cuando
La satisfacción y la felicidad no duran.
Y no es cierto que
Todo está en la mente y el corazón
Porque
La verdadera felicidad se puede lograr
Sólo si lo que nos rodea es bueno
No es verdad que la bondad exista
Estoy segura de que puedes estar de acuerdo que
La realidad
Crea
Mi actitud
Todo está fuera de mi control
Y nunca en un millón de años me oirás decir que
Hoy ha sido un muy buen día
Ronnie Joice (@ronniejoice)
Ahora, léelo al revés. Sin ser perfecto (quizá por mala traducción), me encanta la idea y el mensaje: todo puede ser enfocado de forma positiva.
Vía Xataka.
Es el mejor consejo que he leído ante una situación difícil con un niño. En muchas ocasiones les preguntamos que qué les pasa cuando en realidad deberíamos preguntarnos que qué nos pasa.
No estoy seguro de cuál fue el primer lugar en donde leí este sabio consejo, pero muy posiblemente haya sido en algún post o libro de Louma Sader.
Gracias, Louma :*
Esta expresión se utiliza para indicar algo que sucede muy de tarde en tarde. Como la higuera da dos cosechas al año: al comienzo de verano, brevas; al final de verano, higos, el tiempo que transcurre entre higos y brevas es mucho.
Así pues, decir “de higos a brevas” es equivalente a decir “mucho tiempo”.
No consigo entender por qué no estamos preparando, poniendo medios tecnológicos para alumnos y profesores; poniendo -sobre todo- formación en teledocencia para profesores.
El curso que viene podría ser no presencial en gran parte (si no todo).
El siglo XXI nos pilló de repente en marzo, pero creo que sería muy triste que el próximo septiembre nos encontráramos con lo mismo. ¿Qué opináis?
El tema de la conciliación es importante, pero es motivo de otro debate.
Si sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí.
(Dani, 3 años)
El Colegio de San Gregorio, en Valladolid, alberga el Museo Nacional de Escultura, y cada una de las obras que posee son material para más de un post. No podemos, tampoco, dejar de mencionar su asombrosa portada.
Pero además de las joyas escultóricas que allí duermen y de la mencionada portada, hay un lugar que nos maravilló. Guardo en mi memoria la asombrada cara de mi esposa Clara contemplando la belleza del patio.
Es un patio de planta cuadrada y tiene dos pisos. Sus pilares helicoidales, su decoración que parece creada por ángeles y sus arcos geminados merecen la visita. Y no olvidéis deleitaros en el rostro de vuestras personas amadas cuando lo contemplen.
Para Clara.