El periodista de El País Fernando Peinado -de quien ya hemos hablado en este blog- cometió ayer un error precioso: básicamente nos dijo a todo Twitter que quería hablar con nosotros en privado.
Peinado se corrigió rápidamente, pero nos dejó el regalo de su error: el tweet recibió -sigue recibiendo- miles de respuestas, retweets y likes.
Vivimos en tiempo en los que hablar es gratis. Pero ser escuchados, amigos, ser escuchados es algo que no tiene precio.
El artista Kyès (poco he podido averiguar de él [o de ella], más allá de que es joven y que es francés) está realizando unas obras artísticas sorprendentes: famosos de hoy en día (Al Pacino, Mick Jagger, Johnny Depp o Rihanna, por ejemplo) ilustrados como pinturas de hace unos cuantos siglos. Mirad qué maravilla estas imágenes, tomadas de su cuenta de Instagram:
Kyès, además, realiza ilustraciones para niños, llenas de belleza y delicadeza.
Por enésima vez y con n bastante grande. En estos últimos días se ha hecho viral la siguiente tabla:
Sí. Estremecedor si pensamos que lo planifica alguien que pretende educar. Ha habido rumores de que esta tabla no es real, pero por desgracia hemos visto cosas similares o peores en esas edades (al parecer es de un curso de primaria) e incluso en cursos inferiores.
Por una parte, se está pretendiendo cambiar la conducta a base de castigos. Por otro lado, se cae en el habitual error de confundir castigos con consecuencias. Todo mal. Ya no digamos la barbaridad -que no creo ni que sea legal- de dejar a un alumno sin recreo o sin Educación Física.
Necesitamos desde ya que se forme convenientemente a los maestros para que sepan hacer frente a los problemas habituales de su trabajo sin necesitar castigar a quienes pretenden educar.
Es Asturias -no descubro nada nuevo- un destino maravilloso de vacaciones. Pero junto a su naturaleza, sus playas, su gastronomía y su -todo el mundo de pie, por favor- prerrománico, hay algo que me sorprendió (ventajas de esta casi infinita ignorancia): un museo de dinosaurios. Existe una amplia zona de costa rica en restos y huellas de estos fascinantes animales, así que este Museo del Jurásico de Asturias nos sirve de lugar de aprendizaje y de exposición de lo descubierto.
Un lugar muy adecuado si viajáis con niños (también si no), en donde, además del propio museo, podréis disfrutar de talleres, actividades y charlas. El entorno está adornado con reproducciones de dinosaurios, lo cual convierte el paseo por el bosque en una aventura.
Cuando vimos la forma del museo nos surgió la duda -todavía no resuelta para nosotros- de si representa tres huevos (de dinosaurio, se entiende) o una huella (también de dinosaurio). ¿Qué os parece a vosotros?
<ul class="links">
<li><a href="http://www.museojurasicoasturias.com/" target="_blank">Museo del Jurásico de Asturias</a></li>
</ul>
Aun dando el perfil, debo decir que nunca he sido (o que no era, hasta hace unos años) aficionado a los comics. Daba el perfil por mi gusto por cultura, lectura, curiosidades y tecnología; perfil porque muchos de mis amigos y compañeros sí eran aficionados -más que aficionados- al mundo del cómic. Pero sí debo decir que siempre vi este mundillo con un deseo de cómo me gustaría conocer un poco de esto.
Con 300, de Frank Miller, y en una preciosa edición de Norma Editorial (más tarde descubrí que es norma de la casa esa alta calidad), hice mi entrada en este género.
En ella viajamos al año 480 a.C. y conocemos al rey espartano Leónidas; nos acercamos a la dura vida de Esparta y acompañamos a ese puñado de héroes que pasaron a la historia con una derrota, la de la batalla de las Termópilas, que ha sido ensalzada y admirada a lo largo de los siglos, incluso por encima de ese rey-dios Jerjes.
Me ha encantado, como digo, la calidad de la edición; me ha fascinado el ritmo con el que se cuenta la historia y lo cercana que se percibe la acción. Muy recomendable.
<ul class="links">
<li><a href="https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-americano/300/300/300" target="_blank">300</a> (en Norma Editorial)</li>
<li><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/300_(historieta)" target="_blank">300</a> (en Wikipedia)</li>
</ul>
Fue una de las primeras de la historia y una de las principales y lleva el nombre del que está teselado en la misma ciudad en donde reposa el que nos recomendó abandonar toda esperanza.
Frente a la eterna duda de los pimientos de Padrón -xa sabemos que uns pican e outros non- o la absoluta certeza que nos ofrece una guindilla se ha hecho necesario crear una escala que de algún modo pudiera, de forma objetiva, establecer cuán picante es un determinado alimento.
El método comenzó siendo un método organoléptico de detección de capsaicina y tiene ya más de un siglo (fue puesto a punto por Scoville en 1912): se diluye el alimento que se quiere evaluar hasta que su picor es indectectable. El número de veces que se necesita diluir indica su valor en esta escala.
Hoy en día se utiliza otro método, no dependiente de si un comité de expertos lo detecta o no, pero se sigue manteniendo el nombre en honor a su creador.
Aquí tenéis la tabla Scoville, tomada de la Wikipedia:
Este rincón de Versalles es un imprescindible para los aficionados al arte. No son obras originales, pero son obras a tamaño real y en un estado de conservación estupendo. Obras creadas a partir de moldes de esculturas clásicas, utilizadas para los estudiantes de arte.
Se encuentra en una de las caballerizas de esa primera ciudad moderna. Mirad qué maravilla, por favor.