Empezar un trabajo es tenerlo medio hecho.
Esta frase de mi padre es tremendamente cierta. ¡Felicidades, papá!
Empezar un trabajo es tenerlo medio hecho.
Esta frase de mi padre es tremendamente cierta. ¡Felicidades, papá!
En Santander, durante el siglo XIX, la zona del puerto era frecuentada por niños mendigos, buscando que su pillería o la misericordia de los demás les otorgara algo que llevarse a la boca ese día. Una diversión habitual entre la gente pudiente -y sin escrúpulos- consistía en tirarles monedas al agua para divertirse viendo cómo los pequeños hundían sus cuerpos desnudos buscando el preciado tesoro. Un bonito conjunto escultórico nos recuerda a esos raqueros, que así se les llamaba.
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CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=88027
Ayer -no en el XIX, sino en este siglo XXI en el que vivimos- pasó algo en Madrid que me recordó demasiado a los raqueros: unos aficionados del PSV -da igual el equipo, realmente- tiraban monedas y se burlaban de cómo las mendigas luchaban por conseguirlas. O les obligaban a hacer flexiones a cambio de dinero. O quemaban billetes delante de sus narices, riéndose al ver cómo aún así intentaban cogerlos. Siglo XIX. O peor.
Me duele la Humanidad.
Dita Pepe es una fotógrafa nacida en la antigua Checoslovaquia en 1973; de entre sus muchos proyectos, tiene uno especialmente interesante: fotografías con hombres. Es una serie de fotografías, desde 1999 hasta ahora, en la que la fotógrafa se caracteriza de forma adecuada al hombre, integrándose en su familia. Es un «cómo habría sido mi vida si…» visual. Es un bonito proyecto que me ha hecho reflexionar de cuánto de nuestra vida es nuestro y cuánto de nuestra vida es de nuestra pareja. Y también me ha hecho reflexionar sobre quién influye más en quién (hombres vs mujeres).
Aquí tenéis algunas fotos; en su página hay muchas más:
Tiene casi 10.000 años, está en Suecia y es una pícea de Noruega. Siendo estrictos, es el individuo vegetal clonado más antiguo del mundo. El tronco es mucho más reciente (unos cientos de años), pero el sistema de raíces tiene 9.550 años, al menos.
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De Karl Brodowsky – Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=17496567
A pesar de todo, sigo pensando que la gente es buena.
(Ana Frank)
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
Por desgracia, estos maravillosos versos de Miguel Hernández tienen en estos tiempos -y en todos- plena vigencia.
De muchos de vosotros es sabida mi devoción por Segovia. Así que, precisamente por ello, no es raro que se me pregunte que qué se puede hacer en un fin de semana en Segovia. Aquí os comento algunas de las muchas opciones que hay, y espero que mis amigos segovianos (y amantes de Segovia) lo completen con sus sugerencias y secretos. Obviamente, asumo que te gusta el arte, la historia y la naturaleza.
Para visitar estos lugares es preferible tener vehículo propio, sobre todo si se quieren visitar varios:
Gracias, Belén :*
Si en los inicios no puedes alimentar a tu equipo con dos pizzas, es que es demasiado grande.
(Jeff Bezos)
Hace unos cuantos meses, dando un paseo por el Parque del Retiro, en Madrid, sufrimos un susto -por suerte, sólo un susto- de los que marcan: durante quizá unos cinco minutos perdimos a Dani (y Dani nos perdió, claro).
Os cuento cómo sucedió, para ubicaros, aunque lo más importante son las lecciones que pudimos extraer.
Íbamos formando dos grupos, separados una cierta distancia (uno más adelantado que el otro). Y había mucha gente. Dani, que iba en el primer grupo, decidió acercarse en patinete hacia el grupo de atrás. Como había mucha gente, ni los del grupo de atrás vimos a Dani ni Dani nos vio a nosotros. Y pasó de largo.
En cuanto alcanzamos al grupo delantero nos dimos cuenta de que Dani se había perdido. Y ahí decidimos que algunos nos iríamos en diferentes direcciones y otros se quedarían, por si Dani volvía.
Os podéis imaginar todas las cosas que se me pasaron por la cabeza en esos minutos eternos. De todas ellas, la más terrible era, por supuesto, que alguien hubiera raptado a Dani. Y lo que me reconcomía era pensar que vivimos en una sociedad en la que no se mueve un dedo si vemos a un adulto arrastrar por la fuerza a un niño que llora y grita.
Y ahora os cuento las lecciones aprendidas. Como siempre, estáis invitados a aportar más.
– no obligues a tu hijo a obedecerte. Que sean la razón y el sentido común los que le hagan actuar de uno u otro modo. Si está acostumbrado a obedecer, es muy probable que una actitud firme por parte de un secuestrador o pederasta le impidan negarse y reaccionar.
– en el caso de ser raptado, que grite, diciendo claramente cosas como «me están raptando» o «este señor no es mi padre».
Ya olvidándonos de raptos y pensando solamente en el caso de un niño perdido:
– que pida ayuda. El problema es a quién. La policía es un buen objetivo (Dani quiso acercarse a unos policías, pero pasó un grupo de ciclistas por el medio y renunció a llegar a ellos). En general, personas con niños deberían ser también un buen objetivo.
– cuando Dani se vio perdido, decidió dar la vuelta. Gracias a eso se encontró bastante pronto con quien fue a buscarlo en esa dirección. Creo que es una buena decision: volver al punto de partida.
– los lugares donde hay mucha gente son especialmente peligrosos. No descubro nada. Hay que estar especialmente atento.
– cuando estamos muchos adultos (un grupo de amigos o familiares, por ejemplo) a cargo de los niños, el riesgo se incrementa. Por dos motivos: estamos más distraídos y además más relajados en nuestras tareas de vigilancia; delegamos en el grupo la labor de estar pendientes.
– que se aprenda vuestros teléfonos. Hoy (16.ene.2022) he leído en el muy recomendable twitter de Verónica Camarzana (@VeroCamarzana) una idea maravillosa que ha compartido: que los peques se aprendan los teléfonos cantando, se trata de crear una canción para facilitar ese aprendizaje.
Y cuando aparezca el niño, por favor, no hagáis caer sobre él vuestro error como cuidadores. Si vosotros estabais asustados, él no lo estará menos.
Que nunca tengáis que vivir esta situación, amigos.
Soy sólo una mujer y ya es bastante,
con tener una chiva, una tartana
un “bendito sea Dios” por la mañana
y un mico en el pescante.Yo quisiera haber sido delineante
o delirante. Safo sensitiva
y heme,
aquí
que soy una perdida
entre tanto mangante.
Lo digo para todo el que me lea,
quise ser capitán, sin arma alguna,
depositar mis versos en la luna
y un astronauta me pisó la idea.De PAZ por esos mundos quise ser traficante
-me detuvieron por la carretera-
soy sólo una mujer, de cuerda entera,
soy sólo una mujer, y ya es bastante.
(Gloria Fuertes)
Feliz día de la mujer trabajadora.