De nuevo, los retos de inicio de año

Como siempre que comenzamos una etapa (y da igual que sea un año, un curso, una relación o una libreta nueva), ponemos toda nuestra ilusión para que sea productiva y que nos sirva de crecimiento personal. Sin embargo, es demasiado habitual que caigamos en errores anteriores. Obviamente, esto se debe a que, aunque la etapa es nueva, nosotros seguimos siendo los mismos.

Hay algunas sencillas estrategias que nos pueden ayudar a cumplir esos deseos: os comento alguna que me ha servido a mí:

  • definir bien nuestros objetivos, ponerles fecha, y comentarlos en público: cuando comencé a correr (actividad que tengo muy abandonada ahora) me marqué (o me marcaron) dos objetivos muy definidos: ser capaz de correr 5.000 metros en menos de media hora, ser capaz de correr 1.000 metros en menos de 3m45s. Cometí la imprudencia de publicarlo a los cuatro vientos, y conseguí ambos. Ahora, que estoy muy lejos de ese estado de forma, vuelvo a marcarme ese objetivo de los 5.000 metros en menos de media hora. Y me pongo como fecha el 17 de marzo de 2020.
  • ser constante, y registrar algún dato que indique tu constancia. Me marqué el pequeño objetivo de practicar todos los días un poco de inglés. Estoy usando la aplicación Duolingo (que os recomiendo, si no la conocéis), en donde me va indicando el número de días consecutivos que la uso. Ya hemos superado los 333 días, bonito número. Espero continuar con ello, y añadir un idioma más (francés, posiblemente). También quiero ser capaz de escribir un post al día en este blog, sin que eso provoque una disminución de la calidad de los textos.
  • marcarse algún objetivo para este mismo mes de Enero, en el que tan entusiasmados estamos. Obviamente, no un objetivo tan complicado como el que nos marcaríamos para todo el año, pero sí algo que nos sirva de aliciente (y nos mantenga en el camino de seguir cumpliendo objetivos). En mi caso -y continuando con los ejemplos anteriores- podría ser llegar a fin de mes siguiendo el plan de running marcado por mi querido míster Alfredo, con un post diario escrito, y habiendo revisado todos los días los idiomas inglés y francés.

Quiero terminar diciendo que, obviamente, hay miles de objetivos posibles, desde aprender un idioma o ponerse/mantenerse en forma, a mejorar la relación con los amigos y familiares (¿qué tal fijar un día al mes para quedar con esos amigos que solamente ves una vez al año?), ahorrar (¿conoces la técnica de «págate a ti primero», consistente en retirar una cantidad en cuanto recibes tu sueldo?), conseguir leer un libro al mes (o más, o menos, según sea tu ritmo habitual) o viajar a ese lugar que llevas tiempo deseando visitar.

Feliz 2020, queridos amigos.

Esta entrada ha sido publicada en El Cartapacio, Productividad, Psicología, Reflexiones y etiquetada como , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.