Educa a los niños y no necesitarás castigar a los hombres.
(Y, añado, no castigues -ni premies- a los niños).
Educa a los niños y no necesitarás castigar a los hombres.
(Y, añado, no castigues -ni premies- a los niños).
En la tan recorrida ruta de Galicia y a Madrid se pasa por una población hoy abandonada, Honquilana.
De Honquilana nos quedan ruinas de algunas casas y de la iglesia. Del frontón que llegó a tener, disfrute de niños y mayores, no queda ya rastro.
A mediados del siglo XIX ya solamente contaba con 20 habitantes, y el motivo de su abandono total parece tener relación con lo mucho que tardó en llegar la electricidad allí.
En el diccionario de Madoz hay un descriptivo texto sobre Honquilana:
HONQUILANA: l. con ayunt. en la prov., aud. terr. y c. g. de Valladolid (10 leg.), part. jud. de Olmedo (4), dióc. de Avila (11): sit. en la falda de un cerro, que en direccion de E. á S. corre elevándose y le resguarda de los vientos de E.; goza de buena ventilacion, por los demas puntos, y su clima es sano: tiene 6 casas y una igl. parr. de entrada (La Asuncion de Ntra. Sra.), servida por un cura de provision real y ordinaria; el cementerio se halla en unos graneros contiguos á la parr., que se hallan sin techo y medio arruinadas sus paredes; como á 300 pasos de la pobl., está la fuente de que se surte el vecindario para sus necesidades domésticas, tiene un caño y un pilon para abrevadero de los ganados. térm.: confina N. Ataquines; E. San Pablo; S. Palacios de Goda, y O. Muriel y Honcaladas: el terreno fuera del cerro en que está el pueblo, es llano y abraza 800 obradas en esta forma: 200 de segunda calidad, y las restantes de tercera; comprende ademas dos pequeños prados de pastos. caminos: los locales en mal estado, y la carretera de Madrid á Galicia, que pasa á tiro de bala de la pobl. prod.: trigo, cebada, centeno, algarroba y algun garbanzo; se cria ganado lanar y el vacuno y mular que se destina á la labranza. ind.: la agrícola. pobl.: 6 vec., 20 alm. cap. prod.: 88,310 rs. imp.: 8,831. contr.: 1,281 rs. 1 mrs. presupuesto municipal 207 rs. se cubre con los fondos de propios y arbitrios.
(Madoz, 1847, p. 218)
Sobre el olivar,
se vio a la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos.
Por un ventanal,
entró la lechuza
en la catedral.
San Cristobalón
la quiso espantar,
al ver que bebía
del velón de aceite
de Santa María.
La Virgen habló:
-Déjala que beba,
San Cristobalón.
Sobre el olivar,
se vio a la lechuza
volar y volar.
A Santa María
un ramito verde
volando traía.
La infinita sencillez de Machado contándonos la bondad de Santa María en esa tierra-mar de olivos.
Nos lo explica el (no solo) astrofísico Rodrigo González Peinado en un estupendo hilo en Twitter pero, resumiendo, lo ideal es ropa negra y amplia. Sí, los pueblos del desierto saben algo de ese tema.
Con los termómetros disparados en toda la península, puede ser útil saber cuál es la ropa más conveniente para soportar el calor. Para ello, podemos fijarnos en los pueblos del desierto, que algo saben sobre cómo aguantar el calor extremo.
— Rodrigo González Peinado (@rodrigogpeinado) June 15, 2022
Y sí, visten de negro 👇 pic.twitter.com/4OGlryxKRM
El obispo de aquella diócesis, Rosendo, viendo el mal tiempo (desde su punto de vista) que hacía aquel día, se contrarió. Al momento fue consciente de su pecado y, en penitencia, arrojó su anillo de obispo al río Eume. Cuando, siete años después, el cocinero del monasterio encontró ese anillo mientras preparaba un salmón, nuestro Rosendo se dio cuenta de que su pecado había sido redimido.
El río Eume y sus fragas. Y, escondido en ellas, este monasterio románico. Inicialmente lugar de anacoretas, fue creciendo en recursos e importancia, en gran parte por donaciones hechas por el obispo Rosendo, al que ya conocemos. Llegó a ser Real Colegiata y, ya en el siglo XVIII, comenzó su decadencia. A finales del XIX se acomete una restauración. Nos han llegado restos aún de aquella época románica, como el ábside y parte de la nave.


Esta página web nos permite hacer seguimiento en tiempo real de las embarcaciones, incluyendo los pequeños barcos de transporte de ría (escribo, como sabéis, desde Galicia).
Una herramienta muy útil para muchos e imagino que -al menos- curiosa para otros.
Echadle un vistazo, os va a gustar.
https://vesselfinder.com/
Os traemos aquí otro puzzle de nuestros geniales amigos de Escape Welt. Esta vez se trata de desentrañar el misterio de Fort Knox, que alberga las reservas de oro de Estados Unidos.
Como siempre sucede con los puzzles de Escape Welt, las piezas se desencajan -una vez encontrada la correspondiente clave- sin esfuerzo extra. Un camino de seis pasos -en este caso- que nos conduce a la solución.
Es este un regalo estupendo para quienes gusten de juegos en familia, de acertijos y también de habilidad manual, además de un envoltorio más que original si queréis hacer un regalo (para esconder un regalo no es necesario resolver el puzzle, gracias al atajo que siempre se nos ofrece). Asimismo, si tienes un negocio en el que la sala de espera desespera a tus clientes, tener un puzzle a su disposición hará que el tiempo vuele.
Y, por supuesto, es también una solución maravillosa si quieres que tus hijos y sus amigos pasen un buen rato sin móviles: lo agradeceréis todos.

Como la inteligencia llama a la inteligencia, los chicos de Fort Knox han sacado un nuevo producto, el Fort Knox Pro; os dejo aquí el vídeo de Kickstarter:
Fue en su momento lugar de recreo privado, de la familia Briz (así que también se conoce como Granxa de Briz). El Concello de Marín la compró en 1999 y, desde entonces, es lugar de solaz, recreo y diversión para quien quiera acercarse.
Y os recomiendo que lo hagáis, tengáis o no niños. Paseos, sonidos de agua e instrumentos, bonitas tallas, aromas de la naturaleza y originales juegos conforman la oferta de este parque.
Un lugar que no os debéis perder si estáis por la zona.
Moza tan fermosa
non ví en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.
Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do ví la vaquera
de la Finojosa.
En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la ví tan graciosa
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.
Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas
nin de tal manera,
fablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.
Non tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dexara
en mi libertad.
Mas dixe:--«Donosa
(por saber quién era),
¿aquella es la vaquera
de la Finojosa?...»
Bien como riendo,
dixo: --«Bien vengades;
que ya bien entiendo
lo que demandades:
non es desseosa
de amar, nin lo espera,
aquessa vaquera
de la Finojosa.»
Esta serranilla, la quinta de este poeta prerrenacentista y primer marqués de Santillana, era habitual en los libros de texto de quienes cursamos la llamada EGB. Me parece bellísima y una buena muestra de aquella poesía.