No hay vestidos indecentes, hay miradas indecentes.
Pasa demasiado a menudo: la mujer (suele ser una mujer) lleva el vestido que le apetece, con el escote que quiere, con la falda tan corta como quiere; el hombre (suele ser un hombre) no evita ni puede evitar un comentario (que nadie le ha pedido) sobre ese vestido.
Y no hay nada erróneo ni indecente ni provocativo en la prenda: el único error está en tu mirada.
En la localidad de Baiona, situada en la margen sur de la simpar ría de Vigo, se alza una escultura única, una estatua de 15 metros de altura de la Virgen María. Es obra de Antonio Palacios y de -aquí encuentro discordancias entre versiones- Mariano Benlliure o Ángel García (gracias por el aporte en los comentarios de este post), dos magníficos arquitecto y escultor, respectivamente.
Esta escultura (creada entre 1910 y 1930) representa, como decíamos, a la Virgen María, que sostiene un barco. Es hueca y puede visitarse, llegando hasta el mencionado barco desde el que se pueden disfrutar de unas vistas magníficas hacia el Océano Atlántico, la ría de Vigo, y las islas Cíes.
He estado en estos últimos tiempos curioseando el idioma de los indios Navajo. Y he aprendido algo que me ha encantado: para ellos, decir “buenos días” es parecido a realizar un saludo al día. Es interpretación mía, quizá lingüísticamente me esté columpiando muchísimo.
Os voy a contar aquí algunos consejos que a mí me han servido durante mi formación académica (y que me siguen sirviendo):
A vista de pájaro: echa un vistazo al temario completo del curso antes de comenzar el curso y al índice del tema antes de comenzar un tema. Eso te permitirá darle el sentido adecuado a cada concepto que aprendas.
Adelántate: con cierta relación con el punto anterior, este punto te va a dar mucha ventaja a la hora de aprender. Consiste en al menos leer la materia antes de que te la cuenten en clase.
Atiende en clase: es clave. Te permitirá ahorrar muchísimo tiempo de estudio.
Revisión del día: el mismo día que te han contado una materia, aunque no tengas tareas específicas asignadas, revisa la materia impartida ese día.
Revisión de la semana: al menos una vez por semana (¿el sábado?), revisa la materia impartida durante esa semana.
Valora y respeta a tu profesor: está para ayudarte y lo hará encantado.
La principal: disfruta de este proceso de aprendizaje, sobre todo si estás en esa época de la vida en la que tu única preocupación es estudiar.
No, no me estoy refiriendo a nada trascendente. Solamente a un pequeño detalle que nos puede informar de si esa persona con la que estamos charlando quiere ir dando por concluida la conversación o no.
Fijémonos en sus pies.
Si están apuntando hacia nosotros, la conversación puede continuar. Si están apuntando en dirección a “me voy”… es que quiere irse. Vayamos dando por concluida la charla.
Ay, el lenguaje no verbal y la gran cantidad de información que nos aporta.
Se ha hecho costumbre, a base de repetir, y a partir de una broma surgida de la prodigiosa imaginación de Cervantes en Rinconete y Cortadillo, la expresión «Marinero de Tarpeya» que, por lo que sabemos, significa exactamente… nada. La expresión correcta (original, más bien) es «Mira Nero de Tarpeya», es decir: Mira Nerón [el emperador] desde la roca Tarpeya [el incendio, provocado por él mismo, de Roma].
Esa roca era utilizada como lugar de ejecución de malhechores (lanzándolos desde ella, que no eran los romanos limitados en sus espectáculos, como bien sabemos).
En estos días estamos leyendo referencias a «6M», en el contexto de temas relacionados con la pandemia. No es más que una regla ¿mnemotécnica? sobre seis consejos que nos pueden ayudar a evitar la propagación del virus.
Según nos indica el borrador que ha hecho público el Colegio de Médicos:
En todos los contextos se deben mantener las medidas de prevención (6M): Mascarilla (uso de mascarilla todo el tiempo posible), Manos (lavado de manos frecuente), Metros (mantenimiento de la distancia física), Maximizar ventilación y actividades al aire libre (mantener las ventanas y puertas abiertas en la medida en que sea seguro y factible según la temperatura), Minimizar número de contactos (preferiblemente siempre los mismos) y “Me quedo en casa si síntomas, diagnóstico o contacto”.
En esa ciudad del cielo, en esa medina diamantina que cantó Gerardo Diego, se alza desde hace dos mil años el único arco de tres vanos de España.
Aunque no se conserva en buen estado su decoración, debido a las inclemencias meteorológicas que afectan a esa maravillosa localidad, el arco sigue ofreciendo su imponente imagen tanto desde la distancia, disfrutándolo desde el valle del Jalón, como al lado del monumento.
La primera vez que tuvimos la suerte de disfrutarlo era de noche y estaba sin iluminación, y os prometo que la sensación de tenerlo casi al lado y estar a oscuras fue inolvidable. Después tuvimos más ocasiones de visitar Medinaceli (que merece una y mil visitas, y no solamente por el arco). Guardamos bonitos recuerdos allí con mis padres, con Marimar y con Nacho.
Como curiosidad, os diré que el símbolo que se utiliza en las señales de tráfico de España para indicar la presencia de monumentos es este arco.
De Diego Delso, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=46251192
Suele usarse como ¿argumento? para indicar que tiene que haber vida en otros planetas el de «no podemos estar solos en el universo», equivalente a un «un universo tan grande no puede tener vida solamente en un afortunado planeta».
A mí no me resulta extraño -por haberlo pensado muchas veces- el concepto de que lo milagroso es que haya vida en la Tierra, que se tuvieron que dar muchas coincidencias y errores