Irei a Darbo

Hace cien años, el pintor pontevedrés Carlos Sobrino inmortalizó, en una de sus habituales escenas costumbristas, una romería tradicional. Para quienes conocemos o vivimos en Darbo, no es difícil identificar la escena:

Romería, Carlos Sobrino Buhígas


Aquella imagen que nos dejó Carlos Sobrino fue convirtiéndose, en la mente de Miguel Sotelo, en una escenificación en la que los personajes del cuadro cobraban vida. Y de la idea pasó a la práctica: decenas de personas se caracterizaron para representar, en pleno siglo XXI, una romería de comienzos del XX. Gracias al talento y a la creatividad de Miguel y del director de cine Borja Brun (y de muchas otras personas) nació el cortometraje «Irei a Darbo», una maravillosa ventana por la que nos podemos asomar a aquella época.

Pese a ser un cortometraje, retrata con absoluta nitidez aquella época en la que la máxima diversión consistía en moverse al ritmo de la música en las romerías de las localidades cercanas, en la que no faltaban los chismorreos ni la crítica a la iglesia, en la que el maltrato infantil estaba absolutamente normalizado, en la que la Guardia Civil -y su castellano de Galicia- era, a un tiempo, pueblo y vigilante del pueblo, en la que diferencia entre clases sociales era abismal. Todos esos puntos -y más- se cuentan en los diez minutos que dura la obra. Es un retrato estupendo de aquella España que observaba desde su neutralidad la Gran Guerra.

El título, «Irei a Darbo», tiene su origen en un bellísimo poema de Bernardino Graña, que comparto aquí con vosotros:

Treicionareivos, homes.
Escaparei aos montes co meu verso,
ó meu cornello en Darbo.
Non quererei a máquina, o Progreso,
nin diñeiro, nin avións potentes…
Preferirei os bárbaros…

Irei, irei ao monte.
Irei a Darbo.
Contemplarei o sol, a lúa,
os bosques de piñeiros e eucaliptos,
cheirarei herba enxebre,
limpiareime do contacto
con vós no mar sagrado.
(Bernardino Graña, Non vexo Vigo nin Cangas, Ardentía)

Os invito a verlo y disfrutarlo:

Y sí, desde luego que me encantaría un largometraje en la misma línea que este corto (que se hace corto).

Para Miguel (gracias por la foto, el poema y la documentación) y para toda mi familia de Darbo, a quienes tanto quiero.

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