La llamada Ley seca, que prohibía, entre otras cosas, la venta de bebidas alcohólicas en Estados Unidos, y que estuvo vigente entre 1920 y 1933, puso en marcha, como podemos imaginar, la picaresca.
Se puso en venta el Vine-Glo, un concentrado de uva a partir del cual se podía hacer vino. Para que tal cosa no sucediera, se acompañaba un texto indicando cómo no había que proceder:
“After dissolving the brick in a gallon of water, do not place the liquid in a jug away in the cupboard for twenty days, because then it would turn into wine.”
