Los buitres son un animal que me fascina absolutamente: unido al germen que en mi niñez plantó Félix Rodríguez de la Fuente se unió conocer a Fidel José Fernández y su ejemplar labor en el refugio de rapaces de Montejo de la Vega.
Estas aves carroñeros -y relacionado con su dieta es este post- se alimentaban, hace décadas, de los animales muertos que los ganaderos dejaban en los muladares, además del resto de animales salvajes que morían. Los avances en la legislación hicieron que, si a un ganadero le moría un animal, ya no pudiera dejarlo directamente en el campo.
Según se puede intuir en el vídeo que os comparto, durante un tiempo la administración se ocupó de mantener los muladares con suficientes cadáveres para que los buitres se alimenten, pero ahora no es así. Y pueden atacar, como en este caso, a las ovejas. Sigo desde hace mucho a Nazaret (no es la primera vez que hablo de ella en este blog) y, aunque puedo comprender su indignación, me duele el trato hacia los buitres. Es evidente que la solución tiene que pasar por proteger tanto a ganaderos como a la fauna salvaje.
Aprovecho para animaros a seguir el canal de Nazaret y el de su padre Feli: se aprende muchísimo y nos acercan a un conocimiento que necesitamos.
Por motivos económicos, el pintor impresionista Renoir tuvo que dedicarse a pintar cuadros por encargo para la alta sociedad. Uno de sus clientes fue Louis Cahen d’Anvers, y en este cuadro vemos a su hija mayor, Irène, cuando tenia ocho añitos.
Poder ver el detalle con el que se dibuja el dulce rostro de la niña. Y podemos ver el fondo, con esas pinceladas tan difusas que nos hablan del impresionismo. Aquí tenemos el retrato de Irène Cahen d’Anvers, la pequeña Irene, la petite Irène.
Podrá pintar, sí. Podrá escribir, sí. Incluso podrá componer melodías que, a primera escucha, nos ericen la piel. Pero hay algo que la inteligencia artificial nunca podrá tener: la magia.
Esa magia que hizo que un escultor viera a David dentro de un bloque de mármol y se atreviera a liberarlo. Esa magia que permitió a Cervantes soñar un caballero que luchaba contra molinos y a Shakespeare hacer que Hamlet nos duela aún hoy. Esa magia que llevó a Bach a crear armonías que rozan lo divino, o a Rosalía de Castro a darle voz al alma gallega, rota y esperanzada. Esa magia que permitió a Einstein imaginar la curvatura del espacio-tiempo mientras soñaba despierto.
La IA aprende de lo que hicimos. Pero nosotros… nosotros creamos sin haber visto antes. Inventamos. Erramos. Nos levantamos. Y de la herida abierta nació la obra.
La inteligencia artificial mezcla lo que ya está. Nosotros, los humanos, parimos lo que no existía.
¿Podrá la IA entender un corazón roto? ¿Sabría temblar ante el silencio de un adiós? ¿Sentirá vértigo al contemplar el Guernica o estremecerse con el Nocturno de Chopin? ¿Le latirá el pecho como a un niño que abre por primera vez un libro? ¿Le brillarán los ojos al escuchar la risa de su hija, sabiendo que ese instante es eterno y fugaz?
Puede ayudarnos, claro. Puede ser una herramienta, un aliado incluso. Pero no es el genio. No es la musa. No es la lágrima, ni el escalofrío, ni el suspiro.
Nosotros, los que soñamos, los que nos equivocamos, los que amamos… Nosotros somos los magos.
Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces.
Juan Pablo II, 1982, en Santiago de Compostela
No hay mejor día que este de Santiago para recordar el papel que tiene que jugar Europa en el mundo actual, con la terrible tragedia que tenemos a nuestras puertas. Gracias a Santiago de Compostela y al Camino entró Europa en la Península Ibérica, ayudando a conformarla y a conformarnos. Las raíces de esta vieja Europa, heredera de un legado imposible de cuantificar (desde la democracia de los griegos de hace miles de años hasta la web de hoy hablamos de contribuciones europeas), se asientan firmemente en Santiago y su Camino. Y esto, independientemente de que no nos consideremos cristianos a nivel individual; la igualdad de todas las personas, el respeto por los derechos humanos y la defensa del más débil forman parte de nosotros como pueblo.
He estado disfrutando de esta enmarcable entrevista a Borges, del programa de RTVE A fondo en 1976. Una charla de hora y media en la que el maestro, estupendamente complementado por el entrevistador Joaquín Soler Serrano, nos habla de literatura, de la vida y de la muerte, de idiomas, de países y de sueños.
Le he dicho a ChatGPT que me pusiera un examen de Matemáticas de 6º de primaria, para resolverlo a mano, enviarle el examen realizado, y que ChatGPT lo corrigiera.
El segundo ejercicio lo hice mal, y no por poner a prueba al sistema. Mal, sin excusa posible.
He aquí el examen propuesto y (a mano) mis respuestas:
Sí, que quien dice perímetro dice área 😉
Y a continuación, la corrección (todo lo que pongo ahora es generado por ChatGPT, a partir de enviarle yo la fotografía del examen realizado):
Fijaos qué curiosidad: una cámara en New York que cuenta cuántas personas pasan en las últimas dos horas… y qué ropa llevan. Con eso extrae una estadística que nos dice cómo va la gente vestida, y podemos hacernos una idea del día que hace.
Es, obviamente, fácilmente hackeable con un hackeo de baja tecnología (solicitar que pase un grupo de personas con ropa inadecuada para la temperatura, por ejemplo).