A finales del pasado mes de mayo, en Benidorm, unos turistas decidieron contratar una prostituta para culminar la despedida de soltero que estaban celebrando. Le pagaron cien euros y se lo pasaron de maravilla. Estupendo, ¿verdad? Ambas partes estuvieron de acuerdo y ambas partes salieron ganando: ella, cien euros que seguramente le habría costado más tiempo ganar; ellos, un rato estupendo y unas buenas risas.
A finales del pasado mes de mayo, en Benidorm, unos turistas decidieron tatuar a un mendigo para culminar la despedida de soltero que estaban celebrando. Le pagaron cien euros y se lo pasaron de maravilla. Estupendo, ¿verdad? Ambas partes estuvieron de acuerdo y ambas partes salieron ganando: él, cien euros que seguramente le habría costado más tiempo ganar; ellos, un rato estupendo y unas buenas risas.