Trabaja mejor

Los primeros Juegos Olímpicos que viví (de forma consciente) fueron los de Los Ángeles 1984. Quiero centrarme hoy en uno de los momentos cumbre: la final masculina de los 100 metros. El récord del mundo lo tenía en aquel entonces Calvin Smith (al que yo conocía como poseedor de aquel récord, logrado el año anterior), con 9.93 segundos. Fue el primer humano capaz de bajar de los 10 segundos en los 100 metros (sí, en recorrer en cada segundo más de diez metros). El ganador de la medalla de oro fue Carl Lewis, con 9.99 segundos.

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Este pasado domingo se disputó la final de los Juegos Olímpicos de París 2024. Cuarenta años después, por tanto. Los ocho finalistas bajaron, ya no de los 10 segundos, sino de aquellos 9.93 imposibles de Smith. El último clasificado, Seville, logró recorrer la distancia en 9.91 segundos. El ganador -give credit where credit is due- fue Noah Lyles, con 9.79 segundos.

Nos habla esto del fruto del trabajo y del esfuerzo, desde luego. Pero también de los avances de la ciencia y de la tecnología (logrados, por otra parte, con mucho trabajo y esfuerzo, a su vez).

No se esfuerza Lyles más de lo que se esforzó en su momento Lewis. Pero se esfuerza mejor. ¿Qué es esforzarse mejor? Tener en cuenta la nutrición, el descanso, el comportamiento del cuerpo ante el esfuerzo. Incrementar los conocimientos y aplicarlos, en resumen.

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