Neil deGrasse camina por una bonita playa mientras pasea a su perro, que, tan erráticamente como todos los perros (al menos desde el punto de vista de los humanos), se desplaza todo lo que la correa le permite a un lado y a otro.
El movimiento del perro nos representa el tiempo atmosférico; el movimiento de Neil, el clima. Por supuesto que el puede hacer más o menos calor un día, un verano, un invierno o un año concretos, pero el cambio climático acaba teniendo más importancia a lo largo del tiempo.