En una cabeza con miedos no hay espacio para los sueños.
Una sentencia terriblemente cierta, pero a la que a mí me encanta darle la vuelta:
En una cabeza con sueños no hay espacio para los miedos.
blog de carlos costa portela
En una cabeza con miedos no hay espacio para los sueños.
Una sentencia terriblemente cierta, pero a la que a mí me encanta darle la vuelta:
En una cabeza con sueños no hay espacio para los miedos.