Incoherencias e inquietudes Criticamos que nuestros niños sean inquietos, pero lamentamos que nuestros adultos no tengan inquietudes. Related Posts¿Eres coherente a la hora de tomar decisiones económicas?Clara Peeters, sus bodegones y sus autorretratosSheila Blanco y el Museo del PradoEl susurro de abejas que sonabaPasiones mitológicas, en el Museo del PradoEl efecto San Mateo