La canción era cantada habitualmente por una de las nodrizas del delfín de Francia en la época de Luis XVI (desconozco si siendo Luis XVI delfín o no). Gustó a los reyes y gustó a la corte de Versalles. Y gustó en todo el país. Y, mediante los borbones, llegó a España. Eso sí, con un nombre un poco más pronunciable: Mambrú.