Los libros de segunda mano -libros de segundo corazón, podríamos decir en muchos casos- son tesoros que ya han pasado por otras almas y que, más allá de dar un segundo uso, nos regala la ocasión de sentir, disfrutar y aprender donde otros sintieron, disfrutaron y aprendieron.
En ellos podemos encontrarnos joyas en forma de papeles, de anotaciones o de dedicatorias (siendo quizá, estas últimas, las que más tocan el alma). Os invito a recorrer las estanterías de vuestros padres, abuelos, tíos, y a tocar, oler y leer. Es una preciosa forma de conexión con las generaciones que nos antecedieron. Si aún tenéis la suerte de tenerlos en esta vida, hablad con ellos sobre aquellos libros.
Por otra parte, quería contaros que todos los años, desde el colegio de Tirán (Moaña), se propone un mercadillo de libros de segunda mano, un mercadillo solidario. Y ayer encontré algo cuya existencia nunca me había planteado: un Romeo y Julieta bilingüe. Cada par de páginas nos encontramos con una página en inglés y su traducción al castellano. Sin ser dedicatoria, anotación o papel es, de verdad, una joya.