Desde hace un tiempo, presto atención con gusto al filósofo esloveno Slavoj_Žižek, que me parece un mente clara y necesaria en este mundo. Nos dice, con respecto al tema que hoy nos ocupa, que no es cierto que el amor no vea los defectos; antes al contrario, los ve y no deja de amar -sino que ama aún más- con esos defectos.
En mi opinión -y aquí está la verdadera esencia del amor- amamos al amado tal y como es, incluso especialmente con esos defectos que hacen única a esa persona.