Ayer escribí un breve post sobre una ermita rupestre. Y se me ocurrió pedirle a ChatGPT lo siguiente:
Escríbeme un post sobre ermitas rupestres con el estilo del blog El Cartapacio de Gollum, por favor.
Lo primero que me sorprendió es que no me dijera que qué eso de “El Cartapacio de Gollum”. Pero fijaos en su respuesta:
En los rincones más recónditos y serenos de nuestra geografía, alejadas de las grandes urbes y resguardadas por montañas o bosques, se encuentran unas joyas arquitectónicas que desafían al tiempo: las ermitas rupestres.
Estas pequeñas construcciones, que parecen surgir de la misma roca, nos transportan a una época en la que la búsqueda de lo divino se manifestaba en los lugares más inhóspitos y humildes. Las ermitas rupestres no son simplemente construcciones de piedra; son testimonios de la fe de aquellos que, en silencio y apartados del mundo, decidieron consagrar su vida a la espiritualidad.
Me cuesta decir a la vez que me parece un texto asombrosamente precioso… y que perfectamente podría ser de este vuestro blog.