A un disco duro, en la hora de su muerte

En el reino binario de la máquina insensata,
donde el eco de datos danza en la nada,
un disco duro yace, su lamento eleva,
como cantiga de amigo, su triste quebranto.

Oh, disco inerte, alma de silicio y cobre,
tu giro frenético, ahora en triste calma,
en el jardín de bits, la flor de la esperanza,
marchitada yace, en tu noche sin alba.

En el código antiguo, donde el uno abraza al cero,
tejeremos versos de tu trágico destierro.
Fragmentos de recuerdos, en clusters dispersos,
como hojas caídas, encriptados misterios.

En el siglo del fuego, donde el óxido consume,
el susurro de tu plato, en la sinfonía se asume.
Los bits desgarrados son lágrimas de un cuento,
donde el final se pierde, en el abismo del tiempo.

Oh, disco herido, en el oscuro vacío,
donde el eco del error resuena como un río.
En la era de los cables, tu voz se desvanece,
como un lamento antiguo, que al viento perece.

En el bosque de transistores, tus suspiros se enredan,
como partitura rota, donde las notas ceden.
Así, en la melancolía de tu última danza,
se compone la balada, de un disco que avanza.

Que la memoria de tu silicio no sea olvidada,
en las páginas del tiempo, como reliquia guardada.
Así, en la red de los recuerdos, encriptados queden,
los versos de un disco, que en la eternidad se pierden.

Generado por ChatGPT. Os confieso que he fantaseado con que Amancio Prada le pusiera música a este texto generado por una inteligencia artificial. No tengo duda alguna de que quedaría precioso.

Para Vane.

Esta entrada ha sido publicada en Curiosidades, Literatura, Tecnología y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.