La incansable ansia de conocimiento de Leonardo da Vinci

En las muchísimas notas manuscritas del genio que por suerte se conservan nos encontramos una ventana hacia sus preocupaciones y prioridades.

Junto con cálculos, diagramas y bocetos nos encontramos con sus listas de cosas por hacer. A ver qué os parece:

  • Calcular la extensión de Milán y afueras.
  • Adquirir el suficiente conocimiento aritmético para calcular la cuadratura de un triángulo.
  • Consultar cómo se construyó la torre de Ferrara.
  • Visitar los sábados los baños públicos para observar hombres desnudos.
  • Aprender a calcular las dimensiones del sol.
  • Estudiar cómo es la lengua de un pájaro carpintero.
  • Inflar los pulmones de un cerdo y comprobar si aumentan en longitud y anchura o solamente en anchura.

Me admira esa diversidad y esas ganas de aprender de todo. Creo que ahí, exactamente ahí, en esa curiosidad absolutamente insaciable está su principal virtud. Y creo que sería fabuloso que la copiáramos.

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