No es una sola isla, sino dos islas unidas por un puente, además de algún islote. San Simón y Santo Antón, que así se llaman esas dos islas principales.
Se encuentra en la parte más interior de la ría de Vigo y en ellas se respira belleza, historia (no siempre bella) y literatura.
Meendiño, poeta del siglo XIII del que prácticamente solo tenemos unos versos, pero los suficientes, por fortuna, para que nos llegara ese Sediame eu na ermida de San Simón. Lugar de privilegio, pues, para la isla en el mundo de la poesía.
Fue también lazareto en donde se recluían quienes padecían enfermedades contagiosas. Y fue campo de concentración durante el franquismo, lugar de duelo, injusticia e impotencia. Existe un proyecto para que la memoria y el recuerdo nos permitan avanzar hacia un futuro en el que nunca se repitan tales barbaridades.
Si estáis o venís por la zona, es un destino que os encantará.