Romancillo de Mayo (Poesía en Mayo, 1)

Por fin trajo el verde mayo
correhuelas y albahacas
a la entrada de la aldea
y al umbral de las ventanas.
Al verlo venir, se han puesto
cintas de amor las guitarras,
celos de amor las clavijas,
las cuerdas, lazos de rabia;
y relinchan impacientes
por salir de serenata.
En los templados establos,
donde el amor huele a paja,
a honrado estiércol y a leche,
hay un estruendo de vacas
que se enamoran a solas
y a solas rumian y braman…
Campea mayo amoroso,
que el amor ronda majadas,
ronda establos y pastores,
ronda puertas, ronda camas,
ronda mozas en el baile
y en el aire ronda faldas.
Miguel Hernández

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