Antes de nada, quiero dejar claro que no soy ningún experto en el campo de la fotografía (casi ni soy aficionado últimamente), pero en ocasiones
veo fotografías que podrían mejorarse mucho con dos usos del flash desconocidos para muchos. Si sabes algo de fotografía, puedes dejar de leer (voy a hablar del flash de relleno y del de cortinilla).
Por una parte, están las dos formas habituales de uso del flash: usarlo y no usarlo. Sí, parece de Pero Grullo, pero quiero destacar que usar el flash no es obligatorio en condiciones de poca luz. Yo no soy nada amigo de usarlo, a costa de obtener en ocasiones fotos movidas. Personalmente prefiero captar la (poca) luz existente que la nitidez. Pero a juzgar por los comentarios de quienes ven mis fotos en esa situación, debo ser casi el único.
Por otra parte están los dos usos del flash que quiero contaros:
Flash de relleno
En ocasiones estamos en buenas condiciones de luminosidad y queremos fotografiar a nuestro modelo sobre un fondo con mucha luz. Si no usamos el flash y el fondo sale bien iluminado, el modelo saldrá oscuro. Y si el modelo sale bien iluminado, el fondo saldrá demasiado luminoso, quemado. ¿La solución? Usar el flash. Sí, aunque estemos a pleno día. De este modo saldrá bien el modelo y el fondo.
Flash de cortinilla
Esta es una modalidad existente en algunas cámaras, y es realmente interesante. La situación que solventa es similar a la anterior, pero inversa.
Tenemos a nuestro modelo, en un ambiente oscuro, delante de un paisaje oscuro (por ejemplo, está anocheciendo). Si usamos el flash saldrá bien el modelo, pero nos olvidamos del fondo. Si no lo usamos, saldrá bien el fondo, pero el modelo saldrá demasiado oscuro. La solución es el flash de cortinilla trasera: hace que el flash se dispare tras estar abierto el objetivo. El objetivo abierto capta la luz del fondo, el flash permite que el modelo salga bien.