En mi entorno (muy) cercano estamos en edades de excursiones de fin de curso. Hablamos de final de primaria, de chiquillos de 11-12 años.
Y observo con más horror que sorpresa que el objetivo es más bien parques de aventura, inyecciones de adrenalina para nuestros hijos, que cultura y naturaleza. Por algún motivo, hemos pasado a considerar -los padres, que somos quienes organizamos- que solamente ese tipo de actividad es divertida. Nada de museos, nada de naturaleza, nada de viajar en el tiempo -y en la realidad- a ciudades medievales. Un parque de aventura y unos monitores desconocidos se ocupan de ellos.
Veo dos problemas principales en esto: el primero, que no tiene por qué gustar a todos los niños; el segundo, que estamos alejando voluntariamente -no sé si conscientemente- a nuestros hijos de la cultura y del saber.
Me parece estupendo que exista alguna actividad de ese estilo, pero no que sea la principal (y mucho menos que sea prácticamente la única).
Si tienes cerca a chavales de esas edades y lo sabes, te agradecería que me contaras si sus excursiones tienen también algo de cultura y aprendizaje o simplemente son adrenalina.