Aún no la conozco, pero sé que me piensa.
Me contempla también, de vez en wando.
Tiene fotografías, vídeos, grabaciones, quién sabe si
hologramas.
Mientras yo me preocupo
por cualquier nimiedad cuyo fin no recuerda
ella sueña la dicha que sería
volver a estar un rato en mi lugar.
La anciana que seré me quiere más que yo.
– Raquel Lanseros