El susurro de abejas que sonaba

En el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba.

Garcilaso de la Vega, Égloga III

Esta aliteración que nos regala el poeta toledano es una de las más conocidas y brillantes -si no la más- que nos ofrece la rica literatura castellana. Solamente escuchando ese par de versos podemos escuchar también a esas abejas de las que nos habla esa égloga.

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